A Vilma, en su duodécimo cumpleaños
Los helechos cambian de sitio el sendero para evitar que las pisadas terminen con su vida
La piel blanca y negra pasa veloz entre las jaras que se dedican a contar historias
El lomo blanco y negro no deja de correr por alfombras de musgo que le acarician al pasar
Vilma va y viene Juega retoza mira al amo que la sonríe con su rostro de tierra
Carlos Gamarra 31 Agosto 2014